Curar no es eliminar el síntoma. El síntoma es el lenguaje que utiliza el cuerpo para pedirnos que hagamos un cambio en nuestra vida, bien a nivel emocional, estructural, químico y/o energético, que permitirá una buena adaptación al medio. Eliminar el síntoma es la opción habitual en la medicina convencional actual y esto no cura, sino que cronifica “enmascara el problema real” siendo una respuesta inadecuada a una demanda de nuestro organismo .La curación requiere implicación por parte del paciente que debe cambiar sus hábitos no sanos. El paciente es el principal responsable de su salud. Para realizar estos cambios se requiere energía, por ello en muchas ocasiones es necesario cambiar la forma de alimentarse para suplir carencias, comenzar a hacer ejercicio, desintoxicarse, regular los ciclos de comidas, sueño, sed e incluso del sexo. Una vez la persona ha recuperado la energía, hay que buscar un objetivo, es decir, un sentido a la vida, un propósito, para qué quiero curarme.
Sin objetivo no hay motivación,
sin motivación no hay razón para el cambio.
En la primera consulta se realiza una ficha del paciente donde se registran sus datos personales y antecedentes que haya podido tener, como accidentes, enfermedades, alergias, intervenciones quirúrgicas u otras lesiones, así como otros síntomas que puedan o no estar relacionados con el motivo de consulta actual. A continuación, si el problema no está bien definido se realiza un test del estado general mediante Kinesiología Holística. En caso de ser una dolencia más localizada, se testa directamente la zona en cuestión.
P. ej.: Una epicondilitis, no es tan simple como una inflamación del codo por jugar al tenis, sino que se puede ver como un desequilibrio energético del intestino grueso, una carencia de vitamina C u Omega3, un exceso de glúcidos en la dieta, como la consecuencia de una hernia discal o artrosis entre C5 y C6 y todo ello a su vez producido por un estrés mantenido que está afectando a la zona cervical o al intestino grueso. La Kinesiología tiene en cuenta todos estos factores, los identifica y permite su tratamiento con las técnicas más decuadas en cada caso.
El objetivo es el mantenimiento de la salud y buscar el equilibrio de las distintas disfunciones que puedan aparecer en el organismo sin esperar a que aparezca enfermedad. Aún así, si esta ya está establecida, buscaremos paliar o frenar la evolución, así como eliminar factores que la mantienen y así conseguir la mejor calidad de vida posible.
No hay que tratar enfermedades,
sino personas que sufren enfermedades