Una gran herramienta para acompañarte en esos cambios tan necesarios para mejorar tu salud.
Habitualmente veo en la consulta la reticencia a cambiar los hábitos que nos han acompañado durante años y que cumplimos de forma religiosa sin preguntarnos si nos benefician o nos perjudican.
Me sorprende aún la dificultad con que las personas se encuentran al hacer un cambio en su dieta como por ejemplo, eliminar el trigo. Suelo oír frases como, ¿Y entonces qué como?. Como si fuera un alimento esencial para la vida.
También hay una gran resistencia a comenzar a hacer ejercicio cuando se lleva una largo tiempo sin practicarlo., buscando excusas de todo tipo para no tener que hacerlo.
En otros casos observo que muchos pacientes delegan toda la responsabilidad de su curación en mí o en otros profesionales de la salud , como si ellos no tuvieran nada que ver.
Estos son solo algunos ejemplos en los que el coaching es muy útil, porque ayuda al paciente a fijar un propósito que le motive a realizar ese cambio que tanto le cuesta. En coaching, se sobreentiende que todos tenemos la capacidad para lograr lo que queremos, pero en ocasiones, nuestras creencias basadas en experiencias anteriores nos limitan y no nos ayudan en nada a conseguir lo que queremos.
El coaching va a cuestionar tus creencias, te pone delante tus valores, para que veas si eres coherente con lo que piensas, dices y haces, va a potenciar tus capacidades dormidas y en definitiva va a hacer que tomes conciencia de tu situación y asumas la responsabilidad de tu salud y de la vida que vives, ayudándote a que encuentres herramientas para el cambio y elabores tu propio plan de acción al ritmo que tu desees.
Lo único que requiere es un alto grado de compromiso.
¿Qué estás dispuesto a hacer por ti?